viernes, 14 de febrero de 2014

¡Ese es el indicado! -exclamé-.

Ya no habrían noches de largos remolinos rondando en mi cabeza.
Los vacíos  se llenarían, la alegría volvería a  mi corazón.
 El mundo no podía contra mí.

Él era más que la luna y las estrellas, más que suspiros...

El amor, el amor-pensaba-.
Imaginaba una vida junto a él. Eso de por siempre juntos
le juré amor eterno, no separarme a pesar de las circunstancias.

Pero, que ingenua y torpe fui. No sabía lo que vendría...
Pensé, que él me era fiel, su pensamiento sincero.
Pero. no era mas que una apariencia.

 Poco a poco, me alejé
Me escondí donde no pudiera llegar con sus mentiras.

Y de nuevo recobré mi soledad, llena de vacíos, de olvido, de desamor
llena de nada.




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